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La inteligencia artificial y la agricultura compiten por el agua: un recurso en tensión

  • Foto del escritor: productoracontenid
    productoracontenid
  • hace 4 días
  • 1 Min. de lectura

El crecimiento acelerado de la inteligencia artificial (IA) está generando una nueva presión sobre los recursos hídricos. Los centros de datos que sostienen esta tecnología consumen enormes volúmenes de agua para su refrigeración: se estima que hacia 2027 requerirán entre 4,2 y 6,6 mil millones de metros cúbicos anuales, una cifra comparable al consumo de un país como Dinamarca.

Esta imagen podría tener derechos de autor.
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Mientras tanto, la agricultura, que utiliza el 70 % del agua dulce mundial, enfrenta un escenario de competencia creciente en zonas donde este recurso ya es escaso. En países como Chile, Uruguay o Brasil, la instalación de grandes centros tecnológicos ha despertado tensiones con comunidades agrícolas que dependen del riego para subsistir y mantener su producción.


Frente a este desafío, surgen soluciones innovadoras como Kilimo, una startup agtech argentina que aplica IA y big data para optimizar el riego. Su plataforma recomienda cuánto y cuándo regar, permitiendo ahorrar entre un 20 % y un 30 % del agua sin afectar la productividad. Además, vincula a empresas con compromisos de sostenibilidad hídrica —como Microsoft o Nestlé— con productores rurales que adoptan prácticas más eficientes.


En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, la gestión del agua se convierte en un factor estratégico. La cooperación entre tecnología y agricultura será clave para evitar conflictos y garantizar que la digitalización no agrave la escasez del recurso más vital del planeta.

 
 
 

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