España lidera la lucha contra el desperdicio alimentario con etiquetas inteligentes

Cada año, millones de toneladas de alimentos en Europa son desechados prematuramente debido a la incertidumbre sobre su frescura. Frente a este problema, tres jóvenes emprendedores de Elche, España, desarrollaron una innovadora solución: etiquetas inteligentes biodegradables que cambian de color según el estado real del alimento. Esta tecnología permite detectar el crecimiento bacteriano, proporcionando información precisa sobre la frescura de productos como carne, pescado, frutas y verduras.

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Estas etiquetas, desarrolladas por la startup Oscillum, incorporan una matriz de polímero que reacciona ante los compuestos liberados por las bacterias, generando un cambio de color visible. De este modo, los consumidores pueden tomar decisiones informadas sobre la seguridad alimentaria sin depender únicamente de la fecha de vencimiento o del aspecto externo de los productos. Esta innovación se destaca por su aplicación tanto en productos envasados como no envasados.

El impacto de esta invención va más allá del consumo individual. Al reducir el descarte innecesario de alimentos frescos, se contribuye a minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, optimizando la cadena alimentaria global. Reconocidos entre los 10 innovadores globales del Premio Jóvenes Inventores 2025, los fundadores de Oscillum han demostrado que la tecnología puede ser una poderosa aliada en la sostenibilidad.

Para convertir su desarrollo en una solución aplicable a gran escala, el equipo accedió a fondos del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Innovación (CDTI) y participó en diversos programas de emprendimiento. Su trabajo no solo combate el desperdicio, sino que impulsa una transformación necesaria hacia sistemas alimentarios más responsables, eficientes y alineados con el futuro del planeta.