Frigoríficos al límite: una industria tensionada por costos, competencia desleal y expectativas inciertas

El posible acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos que ampliaría las exportaciones de carne bovina genera entusiasmo en el sector frigorífico, pero también enciende nuevas alarmas. Daniel Urcía, presidente de FIFRA, destacó que el mercado estadounidense aportaría previsibilidad y permitiría colocar cortes sin hueso con reconocimiento directo de SENASA, lo que agilizaria la operatoria y daría mayor seguridad jurídica.

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Sin embargo, las plantas regionales advierten que su rentabilidad está en riesgo por la brecha creciente entre el precio de la hacienda y la capacidad industrial de absorber esos costos. Mientras los productores ganaderos se benefician de valores históricamente altos, la industria frigorífica enfrenta dificultades para cumplir contratos y mantener competitividad, especialmente en establecimientos de menor escala.

La amenaza más grave para el sector es el avance de la faena clandestina. FIFRA señala que cientos de establecimientos operan por debajo de estándares sanitarios y fiscales, generando una competencia desigual frente a los frigoríficos que cumplen con las normativas. Denuncias recientes exponen la precariedad de plantas en provincias como Formosa y Chaco, donde la mayoría faena volúmenes insuficientes para sostener condiciones legales.

Ante este panorama, la entidad reclama controles más estrictos del Estado para evitar el cierre de plantas regionales que generan empleo formal y cumplen con obligaciones impositivas. El sector reconoce el potencial del acuerdo con Estados Unidos, pero advierte que sin reglas claras y sin combatir la informalidad, la industria formal está en riesgo de perder terreno frente a operadores ilegales.