Esta decisión busca reducir costos para los consumidores y aumentar la competitividad de los productos nacionales en el mercado global.

El gobierno argentino introdujo una medida innovadora que modifica el Código Alimentario Argentino, eliminando restricciones a la importación y exportación de alimentos. El Decreto 35/25, firmado por el presidente Javier Milei, establece que los alimentos provenientes de países con altos estándares sanitarios podrán ingresar al país sin necesidad de trámites adicionales. Además, los exportadores locales ya no estarán sujetos a requerimientos que antes complicaban el acceso a mercados internacionales.
Según el ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger, esta medida eliminará cargas burocráticas innecesarias para los productores, permitiéndoles centrarse en aumentar la producción y exportación. El decreto también contempla la revisión de normativas relacionadas con utensilios, envases y otros procesos, simplificando el marco regulatorio vigente.
Esta "revolución normativa" pretende posicionar a Argentina como un actor más competitivo en el comercio internacional, al tiempo que facilita el acceso a productos más económicos para los consumidores locales. No obstante, surgen interrogantes sobre el impacto que podría tener esta apertura en la industria nacional.
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